¿Qué límites digitales necesitan los niños en edad escolar?

a family enjoying screen time

Los niños de entre 6 y 9 años suelen ser curiosos, inquietos y cada vez más independientes. Casi han dejado atrás los primeros años de la niñez y están a punto de entrar en la edad escolar, lo que significa que están preparados para adaptarse a un entorno de aprendizaje más estructurado, adquirir las habilidades sociales que necesitan para relacionarse con sus compañeros y desarrollar un mayor sentido de la responsabilidad. Esta etapa de su desarrollo suele caracterizarse por la vivencia de multitud de nuevas experiencias, y eso incluye también el uso de los medios digitales y los dispositivos electrónicos.

La tecnología puede ser una gran herramienta para ayudar a nuestros hijos a aprender y a socializar con otros niños, pero, si no establecemos unos límites adecuados, también puede tener efectos negativos sobre su desarrollo. Al igual que sucede a esta edad en otros aspectos, es esencial que los padres dediquemos algo de tiempo a considerar cómo vamos adaptar las normas y las responsabilidades que conlleva su uso para ajustarlas a las necesidades de nuestros hijos durante los primeros años de colegio.

Por qué es importante limitar el uso de los dispositivos entre los 6 y los 9 años

Los niños de esta edad están experimentando grandes cambios a nivel físico, emocional y cognitivo; por eso es fundamental que puedan centrarse en las cosas que les rodean y en las personas de su entorno para potenciar al máximo su desarrollo durante esta etapa. El uso excesivo de la tecnología puede afectar a este proceso, ya que mantiene fija su atención en la pantalla en detrimento de las interacciones y las actividades humanas que tienen lugar a su alrededor. La Asociación Americana de Pediatría recomienda a los padres limitar el tiempo que le dedican los más pequeños y dar prioridad a otro tipo de actividades que no conlleven el uso de dispositivos ni de medios digitales.

Qué dicen los estudios 

Llevar un estilo de vida saludable también es esencial a esta edad. Los niños de entre 6 y 9 años necesitan realizar actividad física, mantener una dieta adecuada y dormir un número suficiente de horas para favorecer su desarrollo cerebral y corporal. Sabemos que sobrepasar las dos horas diarias que recomiendan los expertos delante de la pantalla se asocia a diferentes problemas de salud, como obesidad, alteraciones metabólicas, malos hábitos dietéticos, trastornos de la alimentación, problemas de sueño, sequedad ocular, jaquecas y dolores corporales. Muchas de estas dolencias son consecuencia directa de la falta de actividad física que suele acompañar al uso excesivo de las pantallas. Los niños de esta edad necesitan realizar al menos una hora diaria de ejercicio y anteponer las actividades físicas a este tipo de dispositivos.

El aprendizaje académico también es fundamental a esta edad, ya que algunos colegios fomentan el uso de la tecnología en clase como herramienta educativa. Esta decisión tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero lo principal es que los padres seamos conscientes de que es probable que nuestros hijos hayan pasado largos periodos de tiempo delante de la pantalla como parte de la jornada escolar antes de volver a casa por la tarde. Abusar de la tecnología provoca que los niños adquieran unos hábitos más sedentarios y les cueste más conciliar el sueño, lo que puede tener un impacto negativo sobre su capacidad de concentración y de aprendizaje en el colegio. Si queremos ayudarles a dar lo mejor de sí mismos en clase, tenemos que limitar el tiempo que dedican a los dispositivos electrónicos, sobre todo a los smartphones.

 

mother and daughter using tablet

 

Pautas para limitar el uso de la tecnología entre los 6 y los 9 años

Establecer unos límites respecto al uso de las pantallas y ceñirnos a ellos requiere una mayor colaboración por parte de nuestros hijos en esta etapa que cuando eran pequeños. A esta edad, son más independientes y pueden mostrar una mayor resistencia ante esta clase de restricciones. Sin embargo, también están mejor preparados para entender las razones que nos han llevado a imponerlas. A continuación, te damos algunas pautas que deberías tener en cuenta a la hora de abordar el tema con los niños de esta edad:

Establece normas y rutinas claras

Elabora un horario diario que incluya los momentos concretos en los que pueden utilizar los dispositivos electrónicos, pero que dé prioridad a otras actividades, como jugar al aire libre, leer o disfrutar de tiempo en familia o con sus amigos. Por ejemplo:

  • Entre semana: mi recomendación suele ser permitirles utilizar las pantallas 30 minutos después de practicar alguna actividad física, terminar los deberes y echar una mano con las tareas de la casa. 
  • Fines de semana: puedes dejarles utilizar los dispositivos una hora por la mañana o por la tarde, siempre que dediquen la mayor parte del día a realizar actividades creativas, practicar el juego físico, y compartir tiempo con su familia o sus amigos.

La clave es ser coherentes. Si nuestros hijos tienen unas expectativas claras, habrá menos probabilidades de que intenten poner objeciones respecto a los límites. 

Utiliza la tecnología de forma inteligente

Anima a tus hijos a utilizar las pantallas con fines didácticos o para realizar algún proyecto que les permita dar rienda suelta a su creatividad; por ejemplo, para usar aplicaciones educativas, investigar sobre algún tema o explorar el mundo del arte y la música digital. Equilibra este uso con otras actividades de ocio, como ver una serie o jugar a algún juego. Céntrate en la calidad más que en la calidad y da prioridad a contenidos de carácter positivo que sean adecuados para su edad. Asegúrate de supervisar lo que ven y lo que hacen cuando utilizan los dispositivos y recuerda que no es recomendable que los niños de esta edad estén expuestos a las redes sociales.

Reserva zonas y horarios para desconectar

Elige aquellas áreas de vuestra casa en las que tus hijos no podrán utilizar la tecnología, como la mesa de la cocina o su dormitorio. También es aconsejable que reserves un horario diario para desconectar —por ejemplo, durante las comidas o una hora antes de acostarse—. Este tipo de hábitos contribuyen a promover unos hábitos saludables y te permitirán asegurarte de que tus hijos centran su atención en actividades que favorecen su desarrollo.

Fomenta otro tipo de actividades

Ayúdales a elegir alternativas de ocio que no impliquen el uso de pantallas. Las actividades al aire libre, los juegos de mesa, los puzles, la música y las manualidades son una excelente opción para desarrollar la creatividad, promover las interacciones sociales y mejorar las habilidades relacionadas con la resolución de problemas. Ofréceles opciones que reduzcan su dependencia de la tecnología a la hora de entretenerse. Haz una lista de las actividades que pueden realizar sin recurrir a este tipo de dispositivos y pégala en la nevera para aquellos momentos en los que no se les ocurra ninguna alternativa. Recuerda que es saludable —de hecho, es esencial— que tus hijos dispongan de oportunidades suficientes para aburrirse.

Dales ejemplo con tus propios hábitos digitales

A esta edad, los niños son muy observadores y se fijan constantemente en el comportamiento de los adultos que les rodean. Ver cómo actúas cuando estás cerca de la tecnología o mientras la usas influirá mucho más en ellos que cualquier cosa que puedas decirles. Demuéstrales que procuras equilibrar el uso de las pantallas con otras actividades para proteger tu salud. Mi recomendación es que te ciñas a las normas que has establecido para ellos a la hora de usar los dispositivos en la mesa, que antepongas el ejercicio físico a las actividades digitales y que intentes elegir siempre aficiones y opciones de ocio analógicas.

Utiliza alguna herramienta para asegurarte de que respetan los límites

A esta edad, es absolutamente fundamental usar alguna herramienta de control parental para establecer unas normas respecto al uso de los dispositivos electrónicos y asegurarte de que tus hijos se atienen a ellas. Además de los controles que suelen incluir los dispositivos, utilizar una herramienta como Qustodio (que es la que yo he usado siempre con mis hijos y la que he recomendado a miles de padres) puede facilitarte mucho la tarea de supervisar su actividad digital, establecer límites de tiempo y bloquear el contenido inapropiado. Este tipo de aplicaciones nos ofrecen una capa de control y protección adicional y al mismo tiempo nos permiten enseñarles a los más pequeños la importancia de establecer unas normas básicas y de proteger su seguridad en el mundo digital.

Cómo hablar con tus hijos sobre los límites digitales en esta etapa de su desarrollo

Aunque la mayoría de los padres somos conscientes de la necesidad de establecer este tipo de restricciones y de asegurarnos de que los más pequeños las respetan, no siempre tenemos claro cómo abordar el tema con ellos ni qué palabras usar para explicárselo. Estas conversaciones pueden resultarnos aún más complicadas cuando llegan a la edad escolar porque ya son capaces de verbalizar sus pensamientos y sus emociones y hay más probabilidades de que se muestren en desacuerdo con los límites que hemos impuesto. No obstante, también están más preparados para entender nuestros razonamientos y mantener un diálogo al respecto. Enfocar estas conversaciones de una forma positiva y colaborativa puede ayudarles a sentirse implicados en el proceso.

  1. Explícales por qué hay que establecer límites

A nuestros hijos les resulta más fácil respetar las normas cuando entienden las razones que hay detrás de ellas. Por ejemplo, puedes decirles:

«La tecnología puede ser divertida y resultarnos muy útil, pero si le dedicamos demasiado tiempo, descuidaremos otro tipo de actividades importantes, como jugar, aprender o disfrutar de tiempo en familia. Por eso tenemos que establecer límites para asegurarnos de que nos queda tiempo para hacer todo».

Enfocar el tema de esta forma ayudará a tus hijos a entender que no establecemos límites y normas para castigarlos, sino para ayudarles a encontrar el equilibrio y proteger su salud.

  1. Estableced juntos unas expectativas claras

Darles a los más pequeños opciones apropiadas para su edad es una forma de conseguir que se sientan escuchados y de ofrecerles cierto grado de control. En lugar de decidir tú todas y cada una de las normas, pídeles su opinión sobre algunos detalles. Puedes hacerles alguna pregunta del tipo: 

«¿Cuándo preferís usar la tecnología los días de clase, antes o después de comer?». 

Si los niños se sienten incluidos en la toma de decisiones, habrá menos probabilidades de que intenten oponerse a las reglas que establecemos.

  1. Utiliza el refuerzo positivo

Elogia a tus hijos cuando respeten las normas o elijan por propia voluntad actividades que no impliquen el uso de pantallas. Puedes utilizar alguna frase como esta:

«Estoy muy orgulloso/a de vosotros por haber apagado la tableta y haber buscado otra forma de entreteneros cuando se ha acabado el tiempo. Me habéis demostrado que sabéis ser responsables».

Reforzar las elecciones y los comportamientos saludables les animará a respetar los límites y a seguir tomando buenas decisiones.

  1. Ayúdales a prepararse para desconectar 

Todos los niños pueden mostrarse reticentes a descansar de la tecnología y elegir otra actividad en un momento dado, sobre todo si están disfrutando un rato de los dispositivos después de un largo día de colegio. Avísales con antelación cuando alcancen el límite para que tengan tiempo de prepararse: 

«Os quedan 10 minutos para dejar el juego. Cuando se acabe el tiempo, tendréis que salir a dar una vuelta con la bicicleta».

Este tipo de advertencias les ayudan a prepararse mentalmente para cambiar de actividad y pueden contribuir a evitar discusiones.

Una última reflexión

Limitar el tiempo que pasan los más pequeños delante de la pantalla cuando llegan a la edad escolar es fundamental para favorecer su correcto desarrollo y ayudarles a adquirir unos hábitos equilibrados. Aunque la tecnología puede ser una magnífica herramienta para que nuestros hijos aprendan y se entretengan, el uso excesivo de estos dispositivos puede provocar retrasos en áreas esenciales para su desarrollo, tanto en el plano social y emocional como en el de la salud física.

Si establecemos unas normas claras a este respecto, les damos ejemplo con nuestro propio comportamiento y mantenemos una buena comunicación con ellos, sentaremos las bases para que puedan desarrollar una relación sana y positiva con las pantallas. Recuerda que el objetivo no es prohibirles su uso, sino asegurarnos de que las utilizan de forma segura, saludable y equilibrada.

Qustodio dashboard | kids screen time

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