Cómo limitar la exposición de los más pequeños a las pantallas

mother and son using tablet
 

Desde el momento en el que nacen, nuestros hijos viven literalmente rodeados de pantallas y dispositivos tecnológicos. Sabemos que el mundo digital les ofrece una serie de ventajas importantes, pero también conlleva algunas consecuencias muy graves que pueden afectar a sus cerebros inmaduros. 

La etapa de preescolar es un período fundamental para su desarrollo, y por eso es tan importante que los padres establezcamos unos límites consistentes respecto al uso de estos dispositivos para proteger su bienestar físico, emocional y cognitivo. 

Soy consciente de que esta tarea no siempre es fácil, sobre todo en esos momentos en los que parece mucho más sencillo dejar que los niños pequeños utilicen la tecnología para mantenerlos entretenidos. En este artículo, vamos a explicar por qué es esencial limitar el tiempo que pasan delante de la pantalla, repasaremos algunas de las pautas que podemos usar a la hora de establecer estos límites y te daremos una serie de recomendaciones prácticas sobre cómo abordar el tema con tus hijos en función de su edad.

Por qué es importante limitar el uso que hacen de la tecnología los más pequeños

Los niños de esta edad se encuentran en una etapa decisiva de su desarrollo. Sus cerebros evolucionan continuamente, y la mayor parte de este crecimiento viene propiciado por la realización de diferentes actividades en el mundo real. Abusar de las pantallas puede provocar que se pierdan toda esa variedad de actividades diarias que favorecen el correcto desarrollo del cerebro y del cuerpo. De hecho, la Asociación Americana de Pediatría recomienda que los menores de entre 3 y 5 años dediquen como máximo una hora al día a los medios digitales, y limitar este uso a actividades de carácter educativo o relacional.  

Hitos del desarrollo: a esta edad, nuestros hijos están desarrollando sus habilidades lingüísticas, sociales y cognitivas. Los estudios científicos demuestran que el uso excesivo de los dispositivos tecnológicos por parte de los más pequeños se asocia con la aparición de retrasos en numerosas áreas de desarrollo, incluidas las habilidades comunicativas y motoras. Los niños aprenden mejor cuando participan en actividades manuales que fomentan la interacción con sus cuidadores, sus compañeros y su entorno.

Problemas mentales y de atención: un estudio publicado recientemente por la revista Preventive Medicine Reports ha asociado el uso intensivo de la tecnología durante la etapa de preescolar con un aumento del porcentaje de menores que sufren trastornos de comportamiento y problemas de atención. Nuestros hijos necesitan dedicar una gran cantidad de tiempo cada día a jugar e interactuar con el mundo que les rodea de formas que les permitan desarrollar la capacidad de concentración, la creatividad y las habilidades de resolución de problemas

Asimismo, es importante que experimenten situaciones de frustración y aburrimiento para poder aprender a controlar sus emociones y su comportamiento.

Efectos sobre el sueño: la exposición a las pantallas, sobre todo antes de acostarse, puede afectar a la calidad del descanso. Los niños pequeños que tienen problemas para conciliar o mantener el sueño pueden desarrollar otro tipo de trastornos a corto y largo plazo, como irritabilidad, problemas de concentración, dificultades para relacionarse con los demás y retrasos en el desarrollo cognitivo. Establecer límites respecto a las horas y el tiempo que dedican a estos dispositivos es una buena forma de prevenir estos riesgos.

Teniendo en cuenta los problemas que puede conllevar el uso excesivo de la tecnología por parte de nuestros hijos, es evidente que el objetivo de establecer límites respecto a su uso no es únicamente reducir el tiempo que están expuestos a ella, sino también promover su correcto desarrollo.

Recomendaciones para limitar el uso de los dispositivos por parte de los niños pequeños

Controlar el tiempo que nuestros hijos pasan delante de la pantalla puede parecer un auténtico desafío, pero hay algunas pautas que os facilitarán mucho las cosas en este sentido tanto a ti como a tus hijos:

Crea un horario y asegúrate de que se ciñan a él

Decide cuántos minutos al día vas a permitir que usen la tecnología y elaborad una rutina familiar para gestionar su uso que indique claramente cuándo pueden emplear los dispositivos. Por ejemplo, esta rutina puede incluir las horas concretas a las que podrán ver un programa educativo, usar la tableta para jugar a algún juego enfocado al aprendizaje o realizar una videollamada con otros miembros de la familia. Utiliza un gráfico visual o un horario para ayudarles a entender en qué momentos podrán utilizar las pantallas y en cuáles no. Asegúrate de que todos respetáis este horario para que tus hijos puedan formarse unas expectativas claras. 

Por ejemplo, podéis acordar que únicamente podrán usar la tecnología media hora después de las comidas o en determinados momentos del día mientras haces la cena. De esta forma, evitarás que recurran a ella de forma espontánea y les ofrecerás una mayor sensación de estructura. 

También es recomendable que elijas un sitio para recoger los dispositivos electrónicos mientras tus hijos no están empleándolos, ya que así habrá menos probabilidades de que intenten poner a pruebas las normas y te evitarás tener que comprobar constantemente dónde está cada dispositivo y si tus hijos están usándolos.

Reserva zonas de la casa para desconectar 

Los baños y los dormitorios deberían ser siempre un espacio libre de tecnología por razones de seguridad y de higiene, pero también podéis elegir otras áreas de vuestro hogar para descansar de las pantallas. De esta forma, animarás a tus hijos a elegir otras actividades, como jugar con sus juguetes, ayudar con las tareas de la casa, leer o disfrutar de tiempo al aire libre.

Dales ejemplo haciendo un uso saludable de los dispositivos

Los niños aprenden a través de la observación; de ahí que sea fundamental que los adultos y los niños más mayores de la familia les den ejemplo a la hora de desarrollar unos hábitos digitales saludables. Si te ven utilizar constantemente el teléfono o sentado delante de la televisión durante horas, es posible que no entiendan por qué ellos sí tienen que respetar unos límites en ese sentido. Asegúrate de enseñarles que equilibras su uso con otras actividades, como hacer ejercicio, leer o compartir tiempo de calidad con ellos en familia. Recuerda que, aunque alguno de tus hijos sea un poco más mayor, es importante que establezcas unos límites apropiados para su edad al igual que haces en el caso de sus hermanos.

Utiliza controles parentales y herramientas de supervisión

La tecnología puede sernos de gran ayuda a la hora de gestionar el tiempo que dedican nuestros hijos a las pantallas. Las herramientas de control parental como Qustodio, que es la aplicación que suelo utilizar en casa, te permiten establecer límites de tiempo, bloquear los contenidos inapropiados y supervisar la actividad de tus hijos en Internet. Los controles que incluyen los propios dispositivos también son fundamentales para configurar y gestionar los límites que hemos establecido, y mi recomendación es que te acostumbres a usarlos todos los días.

 

father helping daughter with homework

Cómo hablar con tus hijos pequeños sobre los límites que habéis acordado

Establecer límites es una cosa, pero hablar con tus hijos de forma que comprendan por qué estos límites son necesarios es otra muy diferente. En el caso de los niños pequeños, muchas veces les cuesta entender por qué no pueden pasarse el día delante de la pantalla. Después de todo, para ellos son sencillamente una forma de pasárselo en grande. Exponerles de forma clara y sencilla las razones por las que es necesario controlar el tiempo que dedican a la tecnología puede ayudarles a entender y a aceptar las normas. 

A continuación, te damos algunas recomendaciones sobre cómo abordar este tipo de conversaciones:

Háblales en términos simples y positivos 

Explica a tus hijos cuáles son los beneficios de equilibrar el uso de la tecnología con otro tipo de actividades utilizando palabras sencillas que puedan entender. Puedes usar alguna frase de este tipo:

«Realizar actividades diferentes todos los días contribuye a mantener fuertes y sanos nuestro cerebro y nuestro cuerpo».

«Solo podéis usar la tableta después de comer porque luego necesitáis tiempo para poder hacer cosas importantes, como jugar con vuestros juguetes, leer un rato o disfrutar de tiempo al aire libre».

Si enfocas la conversación de forma positiva, les ayudarás a entender que no les estás prohibiendo que empleen los dispositivos electrónicos, sino ayudándoles a equilibrar su uso con otras actividades importantes.

Establece unas expectativas claras con antelación 

Antes de permitir que tus hijos usen la tecnología, explícales claramente cuánto tiempo pueden dedicarle y qué pasará cuando ese tiempo se acabe. Por ejemplo:

«Tenéis 20 minutos para ver vuestro programa favorito, pero después tendréis que apagar la tele o la tableta y salir a jugar fuera. Yo os avisaré cuando os queden solo cinco minutos».

«Vamos a programar el temporizador para dentro de 30 minutos, y cuando suene os ayudaré a guardar la tableta en el armario hasta mañana».

Hacerles este tipo de advertencias antes de que empiecen a utilizar las pantallas les ayudará a prepararse para desconectar y disfrutar de otras actividades.

Prepárate para discutir y enfadarte

Los niños pequeños tienden a expresar sus emociones de forma incontrolada cuando no pueden hacer lo que quieren. El hecho de que tus hijos lloren, se sientan frustrados o se enfaden cuando tienen que descansar de este tipo de dispositivos es completamente normal, y no es una razón para permitir que les dediquen más tiempo. La clave consiste en aceptar lo que sienten y en mostrarles tu empatía sin dejar de ceñirte a los límites que has establecido. 

Puedes explicárselo de las siguientes formas:

«Sé que os encanta ese programa y que estáis enfadados porque no os dejo verlo. Es normal que os enfadéis, pero podréis ver otro episodio mañana después de comer». 

«Estáis tristes porque no os he dejado jugar a un juego en mi teléfono. Entiendo cómo os sentís, pero mi trabajo consiste en proteger vuestra salud. ¿Os apetece salir a jugar en los columpios o preferís que leamos juntos un rato?». 

 

Si tus hijos aún son pequeños, una de las mejores formas de favorecer su desarrollo es establecer y mantener unos límites consistentes respecto al uso de las pantallas. Controlar el tiempo que dedican a estos dispositivos es fundamental para ayudarles a crecer de forma saludable tanto a nivel físico como emocional y cognitivo. 

Los niños que aprenden a gestionar su relación con la tecnología de forma sana desde pequeños tienen menos problemas a la hora de hacerlo cuando llegan a la edad adulta. Recuerda que el objetivo no es prohibirles que utilicen los dispositivos electrónicos, sino equilibrar su vida digital con otras actividades importantes, como el juego físico, la creatividad y las interacciones sociales en el mundo real. Si les enseñas a adquirir estos hábitos a una edad temprana, les ayudarás a sentar unas bases que les permitirán crecer más sanos y felices.

Qustodio dashboard | kids screen time

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